de Dios que los que los persiguen y los condenan al destierro y la muerte sufrirán también la
misma suerte. Un cumplimiento parcial de esta retribución puede verse en la captura y
destierro del papa en 1798 (ver com. Dan. 7: 25; Nota Adicional de Dan. 7).
Algunos comentadores interpretan el vers. 10 como una advertencia a los cristianos para que
no usen la fuerza contra el poder anticristiano.
Espada.
La bestia ha usado la espada, y finalmente perecerá aniquilada por la espada de justicia
divina. Compárese con la declaración del Salvador: "Todos los que tomen espada, a espada
perecerán" (Mat. 26: 52).
Paciencia.
Gr.
hupomon
'
, "perseverancia", "aguante", "resistencia".
Hupomon
'
deriva de
hupó
, "bajo", y
mén
Ç
, "permanecer". La palabra griega implica más que una resignación pasiva; denota una
resistencia activa (ver com. Rom. 5: 3). Durante la lucha con la bestia, los santos soportan
con perseverancia.
Fe.
Gr.
pístis
, "creencia", "confianza", "fe", "fidelidad". En cuanto al significado de, "creencia",
"confianza", etc., ver com. cap. 14: 12. Para el significado de "fidelidad", ver com. Heb. 11:
1; cf. com. Hab. 2: 4. El sentido activo de "fe" y el sentido pasivo de "fidelidad" cuadran bien
con el contexto, aunque la frase paralela de Apoc. 14: 12 parece exigir el sentido activo (ver
el comentario respectivo).
11.
Otra bestia.
Otra, además de la que ya ha sido mencionada (vers. 1). El texto griego insinúa que es de la
misma clase que la primera bestia. Esto se confirma al revelarse sus características. Obra
en estrecha colaboración con la primera bestia.
Subía.
Gr.
anabáin
Ç
, "ascender", "surgir".
Anabáin
Ç
se usa en Mat. 13: 7 con referencia al
crecimiento de las plantas. El significado de la palabra griega llama la atención al proceso de
emerger. El profeta ve la acción en pleno desarrollo.
De la tierra.
La primera bestia surgió del mar (ver com. vers. 1). Las cuatro bestias de Daniel también
subieron del mar (cap. 7: 3). Como el "mar" representa pueblos y naciones (ver com. Apoc.
13: 1; 17: 1-2, 8), es razonable considerar que "tierra" representa una región con escasa
población; por lo tanto, esta nueva nación no se levantaría mediante guerras y conquistas,
sino que llegaría a ser grande en una región de pocos habitantes.
Los comentadores adventistas han visto en esta segunda bestia un símbolo de los Estados
Unidos de Norteamérica. Esta potencia cumple exactamente las especificaciones de la
profecía. Cuando la primera bestia sufrió el cautiverio en 1798 (ver com. cap. 13: 10),
Estados Unidos crecía en extensión y poder. Esta nación no surgió en el Viejo Mundo
atestado de multitudes, sino en el Nuevo Mundo con sus relativamente pocos habitantes (ver
CS 492-494).
Dos cuernos.