Página 296 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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4.
No se contaminaron.
Gr.
molún
Ç
, "contaminar", "marchar", "ensuciar", como la conciencia (1 Cor. 8: 7) o los
vestidos (Apoc. 3: 4). Se refiere figuradamente, sin duda, a la contaminación debido a las
relaciones ilícitas (ver com. "vírgenes"). El tiempo del verbo en griego puede ser significativo,
pues fija la acción en un momento específico, sin duda en el tiempo cuando la unión de los
elementos religiosos, simbolizados por "mujeres" (ver com. "mujeres"), ejercerá toda la
presión posible sobre los santos para que renuncien a su fidelidad a Dios y sus
mandamientos y se unan a la organización apóstata (ver com. cap. 16: 14; 17: 2, 6).
Cualquiera concesión hubiera significado una contaminación; pero ahora, de pie
victoriosamente sobre el monte de Sión, se alaba a los santos por su felicidad.
Mujeres.
En las Escritura a menudo se usa la figura de una mujer para representar a una iglesia; una
mujer pura simboliza a la iglesia verdadera, a una mujer inmoral, a la iglesia apóstata (ver
com. cap. 12: 1). En cap. 17: 1-5 (ver el comentario respectivo) la iglesia de Roma y varias
iglesias apóstatas que siguen sus pisadas, son simbolizadas con una mujer impura y sus
hijas. El profeta se refiere sin duda a estas iglesias (ver com. "no se contaminaron").
Vírgenes.
Gr.
parthénos
, término que se aplica a hombres y mujeres; aquí, a hombres. Esta aplicación
es clara tanto por el texto griego como por la figura de "virgenes" que no se han
"contaminado" con "mujeres". Todo el pasaje es simbólico, y por eso no se refiere a la
virginidad literal que uno u otro sexo; de lo contrario, este pasaje contradiría otros que
ensalzan el matrimonio y la relación conyugal (ver com. 1 Cor. 7: 1-5; Heb. 13: 4). Los santos
son llamados vírgenes o porque se han mantenido apartados de Babilonia, o porque ya no
tienen nada que ver con ella (ver com. Apoc. 18: 4). Se negaron a tener relación alguna con
Babilonia y sus hijas en el tiempo cuando éstas se convirtieron en los instrumentos de
Satanás en su esfuerzo final por extirpar a los santos (ver com. cap. 13: 15). No se
contaminaron participando en esa alianza vituperable de elementos reunidos por Satanás,
aunque quizá alguna vez pertenecieron a alguno de los diversos grupos que ahora están
unidos.
Siguen al Cordero.
Parece señalarse algún privilegio especial de los 144.000 cuyos detalles no son revelados y
por lo tanto sólo se pueden conjeturar. Cf. com. cap. 7: 14-17.
Redimidos de entre.
Ver com. vers. 3.
Primicias.
Gr.
aparj
'
, "primeros frutos", de la raíz del verbo
apárjomai
, "empezar", especialmente "iniciar
el sacrificio", "ofrecer primicias". Los antiguos israelitas ofrecían las primicias al Señor en
forma personal (Deut. 26: 1-11) y también nacional (Lev. 23: 10, 17). Dar las primicias era un
reconocimiento de la bondad de Dios al proporcionar la cosecha. La ofrenda nacional
también tenía un significado simbólico (ver com. 1 Cor. 15: 20).
El término "primicias" aplicado a los 144.000 pude entenderse en dos formas:
l. Que son la primera entrega o adelantos de la gran cosecha. Los 144.000 son los