Página 51 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

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de alivio. El primo del rey, Luis de Berquin, era un "luterano" francés destacado, pero mal
aconsejado. Fue ejecutado por su fe en 1529. "Si Francisco lo hubiese apoyado hasta el fin,
él [Berquin] hubiera sido el Lutero de Francia" (Teodoro de Beza,
Schaff-Herzog
Encyclopedia of Religious Knowledge
, t. 2, p. 69).
Después de la muerte de Francisco I y de su inteligente hermana, los reyes de Francia
trataron de restaurar el catolicismo romano. Entre tanto el grupo minoritario protestante -los
hugonotes- se había convertido en partido político. Pronto los hugonotes contaron con
algunos nobles destacados: Enrique de Navarra, Antonio de Borbón, el almirante Coligny y
Luis de Condé, el mejor general de Francia en ese tiempo. En 1562 estalló en Francia una
guerra civil religiosa intermitente. Se debió a causas políticas y religiosas, y duró hasta 1594.
El acontecimiento más destacado de ella fue la sangrienta matanza de San Bartolomé en
agosto de 1572. Cuando los dirigentes de los hugonotes vinieron a París para asistir al
matrimonio de su rey Enrique de Navarra, miles de ellos fueron asesinados junto con muchos
millares de otros hugonotes. 62
Al hugonote Enrique, rey de Navarra y nieto de Margarita, se le ofreció la corona de Francia
con la condición de que abjurara del protestantismo. Lo hizo por motivos políticos; pero
durante su reinado, como el primero de la dinastía de los Borbones (1589-1610), favoreció a
los hugonotes nombrándolos como ministros y mensajeros. En 1598 promulgó el edicto de
Nantes, que con sobrada ventaja fue el decreto más liberal concedido hasta ese entonces en
la Europa occidental. En él se declaraba que la religión católica era la religión nacional, pero
concedía un notable grado de libertad a los hugonotes. No se los perseguiría más debido a
la religión, pero no se permitiría la celebración de servicios religiosos de los reformadores en
París o dentro de un radio de 35 km. El decreto asignaba ciudades de refugio para los
hugonotes, a quienes también se les daba el derecho de desempeñar cargos públicos.
Enrique IV acababa de trazar con su ministro Sully un plan de paz y comprensión general, al
que se denominaba el "gran proyecto", cuando fue asesinado por Ravaillac, un monje
fanático, en 1610. El edicto de Nantes fue parcialmente abrogado por el cardenal Richelieu
en 1628 y completamente revocado por Luis XIV en 1685.
Libertad de conciencia.-
La iglesia de Roma ha sido tradicionalmente intolerante por naturaleza y por principio, pues
ha sostenido que como es la única iglesia verdadera ninguna otra tiene derecho de existir.
Con claridad ha afirmado que sólo en la Iglesia Católica hay salvación y que los herejes
deben volver al seno de la iglesia madre. Si se negaban a volver, era mejor que murieran
pues no lograrían la salvación y constituían un constante peligro para los fieles. Desde el
Concilio Vaticano II esta posición se ha suavizado. La Iglesia Católica ahora habla de la
necesidad de ganar a los "hermanos separados", pero afirma que sólo debe usarse la
persuasión para lograrlo.
El protestantismo claramente enunció el principio de libertad de conciencia; pero permaneció
sólo como un principio durante mucho tiempo. El protestantismo también exigió en la práctica
plena sumisión a la que consideraba
Unam Sanctam
, "La única santa iglesia". Los que se
oponían a esas enseñanzas eran disciplinados y un muertos, como sucedió en Ginebra con
Miguel Servet. Antes de la Revolución Francesa se esperaba que la gente aceptara y
practicara la religión del príncipe que la gobernaba (ver pp. 58-59). Por ejemplo, en una
región de Alemania, el Palatinado, los habitantes tuvieron que cambiar su religión seis veces
en menos de un siglo debido a que sucesivos gobernantes representaron una fe religiosa
diferente.
Cuando fue revocado el edicto de Nantes, los hugonotes fueron perseguidos de nuevo en
Francia. Las atrocidades que se cometieron en nombre de la unidad religiosa del reino
finalmente despertaron la conciencia pública. Luis XVI concedió reconocimiento legal a los