Efeso, a diferencia de otras ciudades famosas del Asia occidental, se encuentra ahora en
ruinas; su lugar está abandonado. En su vecindad se halla el pueblo turco antes llamado
Aya
Soluk,
desbastación fonética de
Hágios Theólogos,
"el santo teólogo", título que primero se le
dio a Juan y más tarde al pueblo. El nombre actual del pueblo es Selyuk. Se encuentra a
unos 75 km de
lzmir,
la antigua Esmirna, y se puede llegar a él por carretera o por ferrocarril.
En Selyuk se ven las ruinas de un viejo acueducto que antiguamente proporcionaba agua a
Efeso. Al oeste de la aldea está el monte sagrado de Efeso, cuya cima ahora se halla
ocupada con las ruinas de la fortaleza de
Aya Soluk.
Dentro de los muros de la fortaleza se
encuentran las ruinas de la basílica de San Juan el Teólogo. Originalmente sólo había una
capillita en ese sitio, donde según la tradición fue sepultado Juan; pero el emperador
Justiniano (527-565 d. C.) construyó en su lugar una magnífica basílica de unos 110 m de
largo. Esta iglesia era superada en belleza y dimensiones únicamente por la de Santa Sofía,
en Constantinopla. Lamentablemente, como muchas otras del Asia Menor, ahora se halla en
ruinas, y de sus paredes y columnas de mármol sólo quedan pedazos.
Al sudeste de la basílica de San Juan están las ruinas de la monumental mezquita del sultán
Isa I, edificio de 60 por 53 m, que fue construido en el siglo XIV. Cerca de esta mezquita
estaba el famoso Artemision, que ahora es una profunda depresión que en ciertas épocas del
año está llena de agua. Si no fuera porque el Servicio de Antigüedades ha colocado allí un
cartel para hacerles saber a los turistas que ése es el lugar donde estuvo el gran templo de
Diana, la mayoría de los visitantes pasarían por allí sin reconocer el sitio donde una vez
estuvo uno de los edificios más importantes de la antigüedad.
Este templo fue destruido en forma tan completa, que hasta el lugar donde había estado cayó
en el olvido. J. T. Wood hizo excavaciones en Efeso por cuenta del Museo Británico, de
1863 a 1874, en las que gastó unos 80.000 dólares. Su principal meta era encontrar el
Artemision, y lo logró después de varios años de búsqueda y de haber removido unos
100.000 metros cúbicos de tierra; pero sólo descubrió las piedras de los cimientos del gran
edificio, sepultadas bajo unos 7 m de escombros y tierra. Wood también descubrió que el
templo descansaba sobre una plataforma, a la que se subía por una escalinata circular de
diez peldaños. El templo tenía 110m 94 de largo y 55 m de ancho, y cubría cuatro veces la
superficie del famoso Partenón de Atenas. Tenía 117 columnas (Plinio dice erróneamente
127) con una altura de unos 20 m y unos 2,15 de diámetro cada una. En 36 de ellas había
esculturas de figuras humanas de tamaño natural.
Por registros antiguos sabemos que el anterior templo de Diana estuvo en construcción
durante 120 años antes de que fuera terminado entre 430 y 420 a. C. Se dice que este
edificio fue destruido en el año 356 a. C., la noche en que nació Alejandro Magno, y luego fue
reedificado con mayor esplendor que antes. La famosa estatua de Artemisa, diosa de la caza
y de la fertilidad, estaba en el santuario interior del templo. Algunos antiguos escritores
afirman que estaba hecha de madera negra cubierta parcialmente de oro, pero dejando al
descubierto cabeza, brazos, manos y pies. Otros, como el escribano de la ciudad de los días
de Pablo (Hech. 19: 35), afirmaban que había descendido del cielo, por lo que algunos
eruditos deducen que fue construida con la piedra negra de un aerolito. Cualquiera que haya
sido el material, la estatua era un símbolo de la fertilidad, por cuya razón su cuerpo estaba
cubierto con muchos pechos.
La fama del Artemision se debió a muchos factores. Sus dimensiones y la belleza de su
arquitectura lo convirtieron en uno de los más magníficos edificios de la antigüedad. Los
antiguos lo incluían entre las siete maravillas del mundo. Además, numerosas estatuas y
otras obras de arte, fruto de los más famosos artistas del mundo griego, estaban en el
Artemision y aumentaron su fama. Muchos reyes y personas ricas donaron obras de arte
para este templo como regalos consagrados a él. En el predio del templo se celebraban