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¿Entiende lo que lee?
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estudio. Intentar entender los mensajes bíblicos tal como fueron expuestos
originalmente por sus autores no puede requerir menos que eso.
Considere la Biblia como un todo
Además de la primacía y la suficiencia de la Escritura, debemos tomar en
cuenta la totalidad
de ella también (
tota Scriptura
). Quienes no lo hacen, han
llegado al grado de devaluar, e incluso rechazar, ciertas porciones o libros de la
Biblia (sobre todo del Antiguo Testamento). No obstante, el testimonio de la misma
es muy claro: “Toda Escritura es inspirada por Dios...” (2 Tim. 3:16).
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Por lo mismo,
pensar que alguna parte de la Biblia fue anulada estaría en contra de lo que el
propio Jesús expresó al respecto (Juan 10:35).
Considerar la Biblia como un todo nos ayudará igualmente a entender que la
Biblia no sólo contiene, sino que equivale a la Palabra de Dios. El testimonio de la
Escritura al respecto es contundente (vea, por ejemplo, 2 Rey. 21:10; 2 Crón.
36:15,16; Rom. 3:2; 9:17 y Gál. 3:8). Razón por la que, pese a ser registrado por
seres humanos imperfectos y que Dios no lo haya dictado, todo el contenido de la
Biblia pueda considerarse efectivamente como “Palabra de Dios”.
Que el elemento humano y divino en la Escritura se halle tan estrechamente
unido puede entenderse mejor cuando se compara la Palabra de Dios escrita con la
Palabra encarnada.
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Así como Jesús -la Palabra encarnada de Dios- es plenamente
Dios y plenamente humano (Juan 1:1-3,14), también la Palabra escrita es una unión
inseparable de lo humano con lo divino. Excepcional unión que hace de la totalidad
de la Biblia, tal como en el caso de Cristo, fuente fidedigna y confiable de la
revelación divina, pese a su elemento humano.
Dependa del Espíritu Santo
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Que el término “Escritura” se refiere a ambos Testamentos puede verse también en otros
pasajes del Nuevo Testamento (vea 1 Tim. 5:18; Deut. 25:4; Luc. 10:7; 2 Ped. 3:14-16).
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Siendo que a los dos se les llama “Palabra de Dios” (compare Heb. 4:12 con Apoc. 19:13),
comparar la naturaleza de la Biblia con la de Cristo, además de tener sentido, es apropiado.