¿Entiende lo que lee?
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Más clara aún es la nota registrada en la
Reina-Valera Actualizada
3
: “los
manuscritos antiguos no incluyen la ampliación de los versos 7 y 8 para decir:
7
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu
Santo; y estos tres son uno.
8
Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el
Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan en uno.
De ninguna manera
depende sólo de estos versos la autenticidad de la doctrina de la trinidad…”
declaración tras la cual aparece una lista de textos a fin de sustentar dicha
afirmación.
Una vez que sabemos cuál es entonces la lectura más confiable de este
pasaje, nuestra interpretación del mismo deberá partir de ella, dando prioridad así al
texto bíblico, esto es, a su contenido original.
En este punto debo aclarar que el hecho de que existan variantes en las
copias de los manuscritos bíblicos, las cuales precisamente hacen necesario el
análisis textual, no implica que estas provengan de los manuscritos originales de la
Biblia. Estas alteraciones se originaron, más bien, durante el proceso de transmisión
y traducción de dichos manuscritos. De tal suerte que, pese a existir alrededor de
ochenta “errores de transmisión” en los manuscritos disponibles del Nuevo
Testamento, en realidad sólo quince de ellos afectan o tienen que ver con versículos
relacionados a alguna doctrina bíblica. Al respecto, notemos lo que Elena G. White
escribió pensando en aquellos que, en sus días, se preocupaban demasiado por
esto:
Algunos nos miran con seriedad y dicen: "¿No creen que debe haber habido
algún error de
copista o de traductor?" Todo esto es probable,
y aquellos que son tan estrechos para vacilar
por esto y tropezar en esta posibilidad o probabilidad, estarían también listos para tropezar en
los misterios de la Palabra Inspirada, porque su débil mente no puede discernir los propósitos
de Dios. Sí, tropezarían con la misma facilidad en los claros hechos que acepta la mente
común que discierne lo Divino, y para la cual las declaraciones de Dios son claras y bellas,
llenas de meollo y de grosura. Todos los errores no ocasionarán dificultad a un alma ni harán
que ningún pie tropiece, a menos que se trate de alguien que elaboraría dificultades de la más
sencilla verdad revelada. Dios entregó a hombres finitos la preparación de su Palabra
divinamente inspirada (
Mensajes selectos
,
1:18).
3
El Paso, Texas: Editorial mundo hispano, 1989.