una lucha a muerte con sus rivales, y por tal motivo no tuvo mucho tiempo parapensar en los detalles
de cómo iba a ordenar su gobierno.
Pero el hecho es que Lisímaco depositó en Pérgamo su tesoro personal de nueve mil talentos a
cargo de un tal Filetero. A lamuerte de aquél, Filetero se adueñó de la fortuna y la usó para fundar su
propiadinastía (283-263 a.C.).
Fue glorioso el principio de este pequeño reino, pues en poco tiempo Filetero tuvo que
defender su corona contra los ejércitos del general Antíoco, y ocurrió lo inesperado. Este reino, recién
establecido y con pocos recursos humanos, hizo lo que Lisímaco no había podido lograr: derrotar al gran
Antíoco en el campo de batalla y establecer definitivamente su independencia.
Atalo I (241-197 a.C.), primo y sucesor de Filetero, prosiguió losmismos planes y aumentó en
tres vecesmás el territorio del reino valiéndosede las armas. Cuandomurió, había subyugado
prácticamente todo el occidente de AsiaMenor. Después de consolidar sus conquistas, Atalo se dedicó a
fomentar el comercio y las ciencias durante su reinado, que durómás de 40 años.
Una cosa más hizoAtalo que llama la atención: estableció una alianza con Roma y aprovechó el
apoyo de éstapara confirmar su posición y sus conquistas.
Bajo Eumenes II (197-159 a.C.), hijo de Atalo, Pérgamo llegó a su apogeo. Eumenes levantó
suntuosos templos, teatros y otros edificios públicos que rivalizaban en esplendor con los de Atenas.
Como amante de las letras, Eumenes patrocinó unabibliotecaque llegó a tener 200,000
volúmenes, constituyéndose en la segundadel mundo. Por cierto, de allí ha salido lapalabra
"pergamino", pues el rey Tolomeo Epífanes de Egipto, sintiendo celos por el prestigio de labibliotecade
Alejandría, prohibió laexportación de papiro. Privados de laúnica fuente de papel en el mundo antiguo,
los bibliotecarios de Pérgamo aprendieron apreparar un material hecho de cuero fino que terminó por
desplazar al papiro en todas partes del mundo antiguo. Estos cueros fueron llamados "pergaminos" por
su lugar de origen.
También Eumenes continuó la alianza con Roma, la cual cada vezmás dejó de ser una alianza
para convertirse en unadependencia.
Atalo III (138-133 a. C.), apoyado por tropas romanas, gobernó como tirano, oprimió al pueblo
con severas exigencias durante cinco años, y al morir legó todo su reino al Imperio Romano.
Impresionanotar que lo que los padres habían logrado con sacrificio y esfuerzo, los hijos, sin
ninguna lucha, lo entregaron aRoma, a fin de obtener una ventajapersonal paraellosmismos.
El mensaje a Pérgamo
Y escribe al ángel de la Iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda dedos filos dice esto:
(vers. 12).
En el mensaje a Esmirna, el Cristo resucitado enfatiza su propiamuerte y resurrección. Más
tarde (en el capítulo cinco) se presentará como Cordero inmolado. Pero esmuy distinta la figu rade
Jesús ante Pérgamo. Aquí lo vemos con unaespadadesenvainada.