Página 23 - El atardecer y la noche de la Iglesia

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Y, ¿por qué no sabía Elías de estos fieles? No sabía porque estaban escondidos.
Adoraban a Dios en secreto. Ante el peligro inminente, habían elegido el camino fácil, tal vez
diríamos el más prudente, de guardar silencio. Algunos, como la familia de Elíseo,
permanecieron en sus hogares, protegidos por la dis tancia que los separaba de la capital de
donde emanaba la apostasía. Otros, como por ejemplo cien hijos de los profetas, encontraron
refugio en cuevas de las montañas y en escondites similares (1 Rey. 18:13).
Lo mismo sucedió en el tiempo de Tiatira, la iglesia cristiana de la EdadMedia, o sea de
los años 538 hasta el 1517.
Allá en Etiopía, el sábado fue honrado como día de reposo hasta en tiempos modernos.
También en otros lugares protegidos por la distancia y por barreras geográficas, hombres y
mujeres fieles —y, en algunos casos, poblaciones enteras— continuaron guardando los
mandamientos de Dios. Muy apropiada es la figura empleada en el capítulo doce del
Apocalipsis para referirse a lo que sucedió durante esta época. Dice que "la tierra ayudó a la
mujer [la iglesia]" (vers. 16) cuando ésta era objeto de persecución por parte de Satanás. Fue
precisamente la "tierra" la que proveyó escondites para evitar que la luz de la verdad se
extinguiera por completo en esa hora de gran oscuridad.
Un rechazo de los principios apostólicos
Nótese que el error de Jezabel fue el de enseñar e inducir a los siervos de Dios a fornicar
y a comer cosas sacrificadas a los ídolos (vers. 20). Ésta es la misma enseñanza de Balaamque
afloró durante la época anterior (vers. 14). Entendemos, pues, que las herejías de esta época no
son nuevas, sino que son una continuación y ampliación de las que se diseminaban en el tiempo
de Pérgamo (313538).
La fornicación y el comer cosas sacrificadas a los ídolos fueron específicamente
prohibidos por el concilio apostólico celebrado en Jerusalén (Hech. 15:28,29), así que este
pecado consistía en desconocer y desafiar abiertamente el ejemplo y las enseñanzas de los
apóstoles. El establecimiento de un nuevo día de reposo que nunca fue autorizado ni mucho
menos practicado por nuestro Señor ni por sus apóstoles es tan sólo un ejemplo entre muchos
que se podrían citar de la manera como algunos dirigentes de aquellos años llegaron a torcer la
verdad de Dios para establecer enseñanzas erróneas.
Empieza la protesta
Como hemos visto, los fieles de Tiatira guardaron silencio cuando debieron hablar; pero
dice Cristo: "Tus obras postreras son mejores que las primeras" (vers. 19). Al acercarse el final
de la época, empezaron a escucharse por primera vez unas voces que se alzaban en protesta,
rompiendo así el silencio de siglos. En Inglaterra estaba Wiclef y en Bohemia, Juan Huss. En las
cuevas y en remotos valles y escondrijos de los Alpes, hallaron refugio unos sencillos cristianos
llamados valdenses. Éstos eran hombres y mujeres que estimaban la verdad de la Biblia más