Página 24 - El atardecer y la noche de la Iglesia

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que sus propias vidas. Consideraban que guardar para sí las preciosas palabras de vida eterna
sería la peor clase de egoísmo. Así que, saliendo de la relativa seguridad de sus refugios
montañeses, los jóvenes valdenses visitaron los pueblos y aun las grandes ciudades de Italia, de
Francia y de otras regiones para compartir la paz y la felicidad que ellos habían conocido al
estudiar la Biblia. Los impulsaba el amor de Cristo, y el lema que ardía en sus corazones era:
"Vosotros seréis misioneros, o no seréis nada".
No fue algo teórico o imaginario el riesgo que corrían los jóvenes valdenses. Muchos
fueron capturados por las autoridades y acusados de ser criminales de los más viles. Con pocas
excepciones, fueron torturados y luego quemados en la hoguera.
A éstos y a otros que en los últimos años de Tiatira alzaron la voz de protesta se refiere
el Cristo resucitado cuando dice a Tiatira: "Tus obras postreras son mejores que las primeras"
(vers. 19).
Lo que recibirán los vencedores
Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y
no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré
otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las
naciones; y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo
también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana. El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias
(vers. 2429).
Muy suave es la amonestación y la reprensión que recibe la iglesia perseguida por
Jezabel en los días de Tiatira. Su pecado fue el de la pasividad y el silencio cuando debía hablar;
pero a los otros, los que no habían participado de este pecado, sino que fueron ví ctimas de las
condiciones que los rodeaban, les dice el Cristo resucitado: "No os impondré otra carga" (vers.
24).
La figura de la vara que quiebra las naciones como vaso de alfarero es tomada de la
profecía mesiánica del Salmo 2. Los siglos de la apostasía terminarán cuando el Mesías tome el
cetro de autoridad real para emprender la obra del juicio. En Daniel 7:27, como también aquí
(vers. 27), se aclara que esta autoridad mesiánica, que es el derecho de juzgar a las naciones,
será compartida por el Mesías con su pueblo (compárese con Apoc. 3:21 y 20:24). En el análisis
del capítulo 20, estudiaremos más acerca de esta idea.
Los fieles de Tiatira recibirán como premio "la Estrella de la mañana" que es Cristo
mismo (Apoc. 22:16; compárese con Núm. 24:7). Así como las estrellas resplandecen
serenamente muy por encima de las tormentas de este mundo, asimismo fulgura la presencia
de Cristo en el corazón de todo verdadero hijo de Dios. Es algo que el mundo no puede