Recordamos que acerca de Tiatira se había dicho: "Tus obras postreras sonmejores que las
primeras". Estas "mejores" obras fueron las voces aisladas que durante los últimos años de
Tiatira empezaron a levantarse en protesta por la oscuridad y la opresión de aquellos días.
Ahora, con la llegada de Sardis, una corriente cálida de nueva vida corre por las venas
del cristianismo, y se rompe definitivamente el silencio de siglos. Comenzando con el año 1517,
las aisladas voces de Tiatira se unen y aumentan en volumen hasta formar un gran coro.
Pero, ¿de quiénes son estas voces que se oyen, las que le dan el nombre de estar viva?
Son voces de fieles religiosos y sacerdotes que protestan por los abusos que se cometen en el
nombre de la religión; son voces de eruditos y teólogos que ya no quieren ver adulterada la
verdad bíblica con la filosofía pagana; son voces de príncipes y nobles que rechazan la
injerencia de Roma en la política. Hay voces también de entre el pueblo común, voces de
personas preocupadas por la falta de espiritualidad en la Iglesia. Creen que el puesto de
párroco o de obispo ya no debe ser comprado y vendido por dinero. Insisten en que se deben
nombrar para estos cargos únicamente a personas capacitadas y que, en realidad,
desempeñarán la responsabilidad para la cual reciben los beneficios. Son las voces de miles de
hombres y mujeres sencillos que anhelan tener libertad de conciencia y el privilegio de conocer
la Biblia y leerla en su propio idioma.
Un regalo para la humanidad
Vivimos hoy en un tiempo de oportunidad sin paralelo para la difusión de la Biblia; por
dondequiera se vende libremente. Hoy todos los países civilizados reconocen el derecho de
cada ser humano de buscar a Dios y de adorarle conforme a lo que le indique su propia
conciencia. Resulta difícil para nosotros concebir la situación que imperaba en la Europa del
Siglo XVI, precisamente antes del amanecer de la Reforma protestante.
Cada ser humano que vive hoy, sea hombre, mujer o niño, católico, evangélico, pagano
o ateo, tiene una deuda muy grande con los reformadores, pues los principios de libertad de
culto y la responsabilidad personal que tiene el creyente de buscar a Dios y de investigar y
conocer la verdad por sí mismo, fueron obtenidos a costa de luchas heroicas y del sacrificio de
muchas vidas.
Fueron muy importantes los avances logrados por los reformadores en estas áreas, pero
hay que citar otro punto de avanzada que fue mucho más importante que todos ellos: Después
de catorce siglos de olvido, los reformadores presentaron nuevamente ante la atención del
mundo una enseñanza bíblica que ellos llamaron "Justificación por la fe".
Una verdad rescatada
La justificación es simplemente perdón, absolución; es, pues, la gracia que nos hace
amigos de Dios.