Página 37 - El atardecer y la noche de la Iglesia

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El mensaje a Laodicea
Escribe al ángel de la iglesiaen Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio
de la creación de Dios, dice esto (vers. 14).
El testigo que dice la verdad
La palabra amén significa "así sea" o "así es". Es una afirmación de la verdad de lo dicho.
Leemos, por ejemplo, en Isaías 65:16: "El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se
bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará". El hebreo aquí tiene, "el Dios de
amén
".
El Señor Jesús aquí se aplica a sí mismo este término: se llama "el amén", el que es la verdad, el
que también afirma la verdad y la confirma. Además, es "el Testigo fiel y verdadero". Lapalabra
traducida aquí "verdadero" significa "el que habla la verdad". El Cristo resucitado dice la verdad a la
iglesia autoengañada. Le dice cuál es su condición, yaque ellano la reconoce.
Cristo es también "el principio de la creación de Dios". Es decir, es el "iniciador", el autor de la
creación. El poder creativo estáen susmanos (Juan 1:1-3; Heb. 1:1 úp). Gracias a Dios por estahermosa
seguridad: el que reprende, el que señalael mal, tiene poder para corregirlo: es el Creador. Al alma
muertaen delitos y pecados (Efe. 2:1-3) se acerca para consolar y sanarla. El que castiga, también cura, y
junto con el diagnóstico, ofrece el remedio (ver Job 5:17,18).
"¡Ojalá fueses frío o caliente!"
Yo conozco tus obras, queni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto
eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaréde mi boca
(vers. 15,16).
Situada a nueve kilómetros de distancia río arriba de Laodicea, estaba la ciudad de Hierápolis,
famosapor sus baños termales y fuentes de donde el agua todavíahoy sale hirviendo de la tierra. Pero
al recorrer la distanciadesde la fuente original hasta Laodicea, el agua se enfría, de modo que al pasar
por Laodicea ya está tibia. La tibiezaes un símbolo apropiado para representar la condición espiritual de
la iglesiaen la séptimaépoca.
Es interesante notar que no se le acusa a Laodiceade ninguno de los grandesmales de las otras
iglesias: no está tolerando a Jezabel; no tiene en sumedio a los nicolaítas; no estámuertani fría, sino
que está tibia. Pero ¿en qué consiste precisamente su tibieza?
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y deninguna cosa tengo necesidad; y no sabes
que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo teaconsejo quedemí
compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se
descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para que veas
(vers. 18).
El problemade Laodicea consiste precisamente en que cree estar bien, y por lo tanto, no
procura remedio. No reconoce la realidad de su condición.
La figurade las vestiduras blancas nos hace recordar laparábolade la fiestade bodas. Según
esta ilustración, un rey preparó un gran banquete para celebrar las bodas de su hijo. Cuando todo