Página 4 - El atardecer y la noche de la Iglesia

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Se nota que los ancianos de Éfeso habían prestado atención a las solemnes palabras que Pablo
pronunció en su último discurso entre ellos:
"Séquedespués demi partida, vendrán lobos feroces entre
vosotros queno perdonarán al rebaño, y quede entre vosotrosmismos se levantarán algunos hablando
cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto, estad alerta, recordando quepor tres
años, denoche y de día, no cesé de amonestar con lágrimas a cada uno"
(Hech. 20:2931).
"Has dejado tu primer amor"
Pero tengo contra ti quehas dejado tu primer amor (vers. 4
).
El primer amor: ¡Preciosaexperiencia! Se observaen la vida social de los jóvenes. Puede suceder
también en la vidaespiritual cuando el alma, como ave peregrina y triste, llega aencontrar en Cristo su
centro y su eterno hogar.
Pero ¡qué doloroso cuando el primer amor se enfría!, a menos que sea reemplazado por el amor
más profundo y constante de la madurez, el amor que fluye del corazón de Dios.
Un cristiano puede perder el primer amor. Yalgo parecido puede suceder también en la vidade
toda una congregación o de un movimiento religioso.
Recordemos la ardiente fe y las hazañas de los hijos de Israel recién entrados en la tierra
prometida. Pero el cronista registra tristemente: "El pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de
Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las
grandes obras de Jehová, que él habíahecho por Israel. Peromurió Josué, [...] y toda aquella generación
también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a
Jehová, ni laobra que él había hecho por Israel. Después, los hijos de Israel hicieron lomalo ante los ojos
de Jehová, y sirvieron a los baales" (Juec. 2:711).
Sin duda, un caso sin paralelo de primer amor es el que está registrado en el libro de los Hechos.
Con el fervor y entusiasmo de ese amor y el poder del Espíritu Santo, la iglesia salió y proclamó el
evangelio por todas partes.
Por ello se consideraque este mensaje, aunque estádirigido a la iglesiade Éfeso literal, se aplica
también a todo el período de la iglesia apostólica, el que abarcadesde el año 31, cuando el Espíritu
Santo fue derramado, hastael 100, cuandomurió el último de los apóstoles.
Pero también en la iglesia apostólicael primer amor se enfrió. Tal vez no sea casualidad la
yuxtaposición del elogio y de la reprensión en este caso. Mientras la iglesia celosamente combatía a los
falsosmaestros, no se dio cuentaque el enemigo le estaba ganando labatallapor otro lado. En su celo
por desarraigar el último vestigio de herejía, no supo en qué momento el primer amor fue suplantado
por una fría ortodoxia, y por una religión de credos y discusiones sobre detalles.
Nuncahubo unmomento específico en que la iglesia tomó conscientemente ladecisión de
abandonar el primer amor, sino que ello ocurrió como relata la parábolaque un hijo de los profetas
dramatizó ante el rey Acab: "Y mientras tu siervo estabaocupado en una y en otra cosa, el [primer
amor] desapareció (1Rey. 20:40).