Página 7 - El atardecer y la noche de la Iglesia

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Y en nuestros propios días ha vuelto abrotar estamismaenseñanza falsa. Algunos se han
levantado diciendo: "La graciade Dios nos salva del pecado, así que no hay ley". Con esto insinúan que
Dios va a salvar a todos sin importarle que ellos hayan sido obedientes o que hayan persistido toda la
vidaen una desobedienciaobstinada y voluntariosa. Hasta citan a San Pablo nuevamente, torciendo sus
palabras para confirmar sus ideas.
En verdad, son tristes los resultados de estaenseñanza. Los que la fomentan han sembrado el
viento y están cosechando el torbellino (verOse. 8:7). La violencia y el desorden que caracterizan a la
sociedad actual se deben, en gran parte, a estapeligrosaenseñanza.
Esmirna: la iglesia perseguida
La ciudad de Esmirna
Si Éfeso era la ciudad más importante de Asia, Esmirna fue, sin lugar a dudas, la más
bella y en muchos aspectos, la rival de Éfeso. La verdad es que humanamente Esmirna tenía
mucho de que jactarse. La llamaban "el adorno de Asia", "la flor del Asia". La belleza de
Esmirna se debía en parte a su situación geográfica. Además, era una ciudad planificada.
Lisímaco, quien la construyó alrededor del año 200 a. C., le dio avenidas amplias y
pavimentadas con grandes trozos de piedra pulida. Un círculo de hermosos templos coronaba
una colina detrás de la ciudad, formando su acrópolis.
Como Éfeso, Esmirna era una ciudad portuaria. Pero en Éfeso el puerto se mantenía
abierto sólo por medio de un constante trabajo con dragas porque los sedimentos del río
Cayster lo llenaban incesantemente. Las antiguas ruinas de Éfeso se encuentran hoy a unos
10 kilómetros del mar, porque las aguas del río han seguido rellenando el área. Esmirna, en
cambio, era un puerto natural, el mejor en toda la zona. Y Esmirna, bajo el nombre moderno
de Izmir, es hoy una ciudad próspera de Turquía. Aún se destaca por su belleza y sigue siendo
un puerto activo.
Esmirna se enorgullecía de ser también una ciudad culta. Tenía un estadio
para espectáculos y eventos deportivos, un "odeón" o conservatorio de música, y el teatro más
grande de toda Asia con capacidad para 20,000 personas. Como amante de la poesía, era una
de las siete ciudades del mundo antiguo que aseveraba ser la cuna de Homero.
Igual que Éfeso, Esmirna era una ciudad "libre". Entre las ciudades de la región, se
destacaba por su lealtad fanática a Roma. En 195 a. C. fue la primera ciudad de Asia en
construir un templo para honrar a Roma como diosa. Y fue una de las primeras en edificar un
templo para honrar al césar como dios. Esto ocurrió en el año 26, cuando Tiberio les concedió
permiso especial para hacerle este honor.
Debido a estas circunstancias, no es difícil comprender que la iglesia cristiana de
Esmirna estuviera en una posición precaria. Recordemos que la persecución más severa
ocurría cuando los cristianos rehusaban honrar a otro dios que no fuera el Dios del cielo. No