Página 11 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

Versión de HTML Básico

[Se cita Apoc. 3: 1-3.] Entre aquellos a quienes fue enviado este mensaje algunos habían
oído la predicación de Juan el Bautista y habían sido convencidos por ella; pero perdieron la
fe en la cual una vez se regocijaron. Otros habían recibido la verdad de las enseñanzas de
Cristo y fueron creyentes fervorosos; pero habían perdido su primer amor y no tenían vigor
espiritual. No habían mantenido el principio de su confianza firme hasta el fin. Tenían
nombre de que vivían; pero estaban muertos en lo que se refiere a ejercer una influencia
salvadora. Tenían apariencia de piedad sin el poder correspondiente. Se utilizaban en
cuanto a asuntos sin importancia especial, no dados por el Señor como pruebas, hasta que
esos asuntos se transformaron en montañas que los separaban de Cristo y también entre sí...
"Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto". Delante de Dios de
nada vale la apariencia exterior. Las ceremonias externas de la religión son absolutamente
inútiles si falta el amor de Dios en el alma.
"Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir". Esta es nuestra obra. Hay
muchos que están a punto de morir espiritualmente, y el Señor nos exhorta para que los
fortalezcamos. Los hijos de Dios deben estar firmemente unidos con los vínculos de la
comunión cristiana, y deben ser fortalecidos en la fe hablando con frecuencia mutuamente
acerca de las preciosas verdades confiadas a ellos. Nunca deben pasar su tiempo acusando
y condenando el uno al otro (RH 10-8-1905).
1-4 (Heb. 4: 13).
Pesando el carácter.-
[Se cita Apoc. 3: 1-3.] El discernimiento manifestado por Cristo al pesar los caracteres de los
que ostentan el nombre del Señor en su carácter de cristianos, nos induce a comprender más
plenamente que cada individuo está bajo la supervisión del Señor. El conoce íntimamente los
pensamientos y las intenciones del corazón, así como también cada palabra y acto. Conoce
todo lo que se refiere a nuestra experiencia religiosa; sabe a quién amamos y servimos (MS
81, 1900).
1-5 (Mat. 22: 14).
Unos pocos fieles en Sardis.-
Se presenta a la iglesia de Sardis como que tuviera en ella unas
pocas
personas fieles entre
las muchas que, por así decirlo, se habían vuelto descuidadas e insensibles a sus
obligaciones para con Dios. "Tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado
sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas". ¿Quién es tan
favorecido como para ser contado entre esas pocas personas en Sardis? ¿Eres tú? ¿Soy yo?
¿Quiénes están entre ese número? ¿No es mejor para nosotros que averigüemos este asunto
para que podamos saber a quiénes se refiere el Señor cuando dice que unas
pocas
personas
no han manchado sus ropas blancas del carácter? (MS 81, 1900).
(Vers. 14-18.) Leed el tercer capítulo de Apocalipsis.-
En el mensaje a la iglesia de Sardis se presentan dos grupos: los que tienen nombre que
viven, pero están muertos; y los que se están esforzando para vencer. Estudiad este
mensaje que se halla en el tercer capítulo de Apocalipsis. [Se cita Apoc. 3: 1-2.] ¿A quiénes
se aplica eso de las cosas que están para morir, y qué ha hecho que lleguen a esa
condición? Se da la explicación: "No he hallado tus obras perfectas delante de Dios". [Se
citan los vers. 3-5.]
Este mensaje se envía a la iglesia de la actualidad. Exhorto a nuestros miembros de iglesia
que lean todo el tercer capítulo de Apocalipsis, y que le den una aplicación. El mensaje a la