4- 5 (Luc. 12: 8).
Verdaderos, leales y fieles.-
[Se cita Apoc. 3: 4-5.] Esta es la recompensa que será dada a los que han obtenido un
carácter puro e intachable, quienes ante el mundo se han aferrado a la fe. Jesucristo
confesará sus nombres delante del Padre y delante de sus ángeles. Han sido verdaderos,
leales y fieles. En medio de acusaciones y de buenos informes han practicado y enseñado la
verdad (MS 26, 1905).
(2 Cor. 4: 17-18.) Un eterno peso de gIoria.-
"Tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán
conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas". Se les confiere este honor debido a su
fe. En esta vida no se jactaron ni su alma se envaneció. Con intenso deseo, con fe pura y
santa se aferraron a la promesa de riquezas eternas. Su único deseo era ser como Cristo.
Siempre mantuvieron en alto la norma de justicia. Les es dado un eterno peso de gloria
porque en la tierra anduvieron con Dios guardándose sin mancha en el mundo, revelando a
sus prójimos la justicia de Cristo. De esas personas declara el Salvador: "Andarán conmigo
en vestiduras blancas, en el mundo que he preparado para ellas" [se cita Apoc. 3: 5] (RH
10-8-1905).
4-5, 10 (1 Cor. 10: 12-13).
La promesa de victoria.-
[Se cita Apoc. 3: 4-5.] Estas palabras se dan para las personas que aún están relacionadas
con el mundo, sujetas a tentaciones e influencias que son engañosas y alucinantes. Mientras
mantengan fija su atención en Aquel que es su sol y su escudo, las tinieblas y la oscuridad
que las rodean no dejarán una mancha ni una mácula en sus vestiduras. Caminarán con
Cristo; orarán, creerán y trabajarán para salvar a las almas que están a punto de perecer.
Están tratando de 402 romper las ataduras con que Satanás las ha ligado, y no serán
avergonzadas si por fe hacen de Cristo su compañero. El gran engañador presentará
constantemente tentaciones y engaños para echar a perder la obra del ser humano; pero si
éste confía en Dios, si es manso, humilde y dócil de corazón, si persevera en el camino del
Señor, el cielo se regocijará porque ganará la victoria. Dios dice: "Andará conmigo de
blanco, con vestiduras inmaculadas, porque es digno" (MS 97, 1898).
5 (cap. 13-8; ver EGW com. cap. 7: 9; 20: 12-15).
Ángeles que pesan el valor moral.-
Cristo dice de los vencedores: "No borraré su nombre del libro de la vida". Los nombres de
todos los que alguna vez se entregaron a Dios, están escritos en el libro de la vida y sus
caracteres están desfilando ahora delante de él. Los ángeles de Dios están pesando el valor
moral; están observando el desarrollo del carácter en aquellos que ahora viven, para ver si
sus nombres pueden ser conservados en el libró de la vida. Se nos concede un tiempo de
gracia para lavar las ropas de nuestro carácter y emblanquecerlas en la sangre del Cordero.
¿Quién está haciendo esta obra? ¿Quién se está separando del pecado y del egoísmo? (HS
138).
6, 13, 22.
Ver EGW com. cap. 2: 7, 11, 17, 29.