8.
Una puerta abierta.-
El Testigo fiel y verdadero declara: "He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta".
Agradezcamos a Dios con corazón, alma y voz; y aprendamos a acercarnos a él como por
una puerta abierta, creyendo que podemos ir a él libremente con nuestras peticiones, y que él
oirá y contestará. Mediante una fe viviente en su poder para ayudar, recibiremos fortaleza
para reñir las batallas del Señor con la confiada seguridad de la victoria (RH 9-7-1908).
(Heb. 10: 19-20.) La puerta de comunicación.-
El testigo fiel nos ha dado la seguridad de que ha puesto ante nosotros una puerta abierta
que nadie puede cerrar. Muchos de los privilegios del mundo se les pueden negar a los que
están procurando ser fieles a Dios; su camino puede ser obstruido y su obra estorbada por
los enemigos de la verdad, pero no hay poder capaz de cerrar la puerta de comunicación
entre Dios y sus almas. El cristiano puede cerrar esa puerta complaciéndose en el pecado o
rechazando la luz del cielo; puede apartar sus oídos para no escuchar el mensaje de verdad,
y así puede cortar la conexión entre Dios y su alma... Ni el hombre ni Satanás pueden cerrar
la puerta que Cristo ha abierto para nosotros (RH 26-3-1889).
Luz de los umbrales del cielo.-
[Se cita Apoc. 3: 8-9.] Cada vez que seamos tentados, tenemos esta puerta abierta para
contemplar. Ningún poder puede ocultar de nosotros la luz de la gloria que brilla procedente
de los umbrales del cielo a lo largo de toda la escalera que debemos subir, pues el Señor nos
ha dado fortaleza en su fortaleza, valor en su valor, luz en su luz. Cuando los poderes de las
tinieblas sean vencidos, cuando la luz de la gloria de Dios inunde el mundo, veremos y
entenderemos más claramente de lo que lo hacemos hoy. Si sólo comprendiéramos que la
gloria de Dios nos rodea, que el cielo está más cerca de la tierra de lo que suponemos,
tendríamos un cielo en nuestros hogares mientras nos preparamos para el cielo de lo alto
(MS 92, 1901).
14-18 (ver EGW com. vers. 1-5; 2 Cor. 5: 17).
Se revela nuestra condición.-
El mensaje para la iglesia laodicense revela nuestra condición como pueblo [de Dios] (RH
15-12-1904).
Mensaje para los ociosos en la viña.-
Se envía el mensaje laodicense a los ociosos en la viña del Señor (MS 26, 1905).
(Rom. 2: 17-24.) Aplicación del mensaje laodicense.-
El mensaje para la iglesia laodicense es aplicable para todos los que han tenido gran luz y
muchas oportunidades, y sin embargo no las han apreciado (RH 11-3-1902).
(Cap. 2: 4-5.) Falta el fervor del amor.-
El mensaje para la iglesia de Laodicea es aplicable a nuestra condición. Cuán claramente se
describe la condición de los que piensan que tienen toda la verdad, que se enorgullecen de
su conocimiento de la Palabra de Dios, pero cuyo poder santificador no ha sido sentido en
sus vidas. Falta en sus corazones el fervor del amor de Dios; pero este fervor del amor es
precisamente lo que hace del pueblo de Dios la luz del mundo (RH 23-7-1889).
El mensaje laodicense para adventistas.-