sabiduría. No puedo aprobar vuestro espíritu y vuestra obra. No procedéis de acuerdo con
el Ejemplo divino. Estáis siguiendo un molde que sólo es de vuestra propia invención.
Porque sois tibios, debo escupiros de mi boca".
Agradezcamos al Señor porque aunque esta clase es tan numerosa, aún hay tiempo para el
arrepentimiento. Dice Jesús: "Yo, vuestro Redentor, conozco vuestras obras. Estoy
familiarizado con los motivos que os impulsan a declarar jactanciosamente en cuanto a
vuestra condición espiritual: 'Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo
necesidad'. 'No sabes que eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo' ".
Los que están en esta condición ignoran voluntariamente. No disciernen el verdadero
carácter del pecado. Con sus faltas constantemente representan mal el carácter de Cristo y
lo exponen a la vergüenza pública. Profesan tener un conocimiento de la verdad; sin
embargo, proceden con espíritu de novicios. No parecen comprender la verdad que debe ser
expresada con palabras y hechos para mostrar una clara diferencia entre el que sirve a Dios
y el que no le sirve. Falsamente pretenden tener cada bendición y privilegio del cristiano,
cuando, como representantes de Cristo, no son ricos en gracia espiritual ni en buenas obras.
Son desventurados, pobres, ciegos, lisiados. ¡Cuán triste es su caso! Se guían por su propia
luz.
Pero a pesar de su ignorancia voluntaria no son dejados por el Señor sin advertencias y
consejos adicionales (MS 138, 1902).
15.
El monte de la visión.-
Si cada persona que tiene influencia pudiera ascender a algún monte [para recibir una] visión
desde donde pudiera contemplar todas sus obras como Cristo las contempla cuando declara:
"Conozco tus obras"; si el obrero pudiera rastrear de causa a efecto cada palabra y acto
objetaba, el espectáculo le resultaría insoportable (MS 128, 1903).
15-16 (Mat. 6: 22-24).
Peor que incrédulos.-
Los cristianos a medias son peor que los incrédulos, pues sus palabras engañosas y su
posición evasiva descarrían a muchos. El incrédulo se muestra tal como es. El cristiano tibio
engaña a ambas partes. Ni es un buen mundano ni un buen cristiano. Satanás lo usa para
hacer una obra que ningún otro puede hacer (Carta 44, 1903).405
(Luc. 13: 24-30.) Suerte de los cristianos a medias.-
Existen aquellos que aunque dicen servir a Dios están testificando contra él. A los tales se
les da el mensaje de la iglesia laodicense. Cristo dice: "Conozco tus obras, que ni eres frío ni
caliente". Cuando el ángel castigador pase por la tierra, Cristo no podrá decir de ellos: "No
los toques. Los tengo esculpidos en las palmas de mis manos". No. El dice de esos
cristianos a medias: "Los escupiré de mi boca. Me repugnan" (Carta 44, 1903).
Muertos en delitos y pecados.-
La Palabra de Dios es letra muerta para los que no la practican. Cristo dice a éstos: "¡Ojalá
fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi
boca". No puede presentar el caso de ellos ante el Padre. Si comprendieran que son
pecadores, podría interceder en su favor y el Señor los despertaría con su Espíritu Santo;
pero son peores que muertos en delitos y pecados. Escuchan la Palabra, pero no la aplican
a sí mismos; antes bien, aplican la Palabra hablada a sus prójimos (MS 163a, 1898).