recepción de la marca de la bestia o de su imagen en sus frentes o en sus manos. Recibir
esta marca significa adoptar la misma decisión de la bestia y apoyar sus mismas ideas, en
oposición directa la Palabra de Dios. De todos los que reciban esta marca, Dios dice: "El
también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y
será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero" . . .
Si la luz de la verdad ha sido presentada a 421 vosotros, revelando el día de reposo del
cuarto mandamiento y mostrando que en la Palabra de Dios no hay ningún fundamento para
la observancia del domingo, y sin embargo os aferráis al falso día de reposo negándoos a
santificar el día de reposo que Dios llama "mi día santo", recibís la marca de la bestia.
¿Cuándo ocurre esto? Cuando obedecéis el decreto que os ordena dejar de trabajar en
domingo y adorar a Dios, sabiendo que no hay en la Biblia una sola palabra que muestre que
el domingo sea algo más que un día común de trabajo, consentís en recibir la marca de la
bestia y rechazáis el sello de Dios.
Si recibimos esta marca en nuestra frente o en nuestra mano, los juicios pronunciados contra
los desobedientes caerán sobre nosotros. El sello del Dios viviente se coloca sobre aquellos
que con plena conciencia guardan el día de reposo de Jehová (RH 13- 7- 1897).
Un asunto de vida o muerte.-
Este mensaje abarca los dos mensajes precedentes, se lo presenta como si fuera
pronunciado a gran voz, es decir, con el poder del Espíritu Santo. Ahora están en juego
todas las cosas. Debe darse la mayor importancia al mensaje del tercer ángel. Es un asunto
de vida o muerte. La impresión que produzca este mensaje será proporcional con el fervor y
la solemnidad con los cuales sea proclamado (MS 16, 1900).
(Vers. 1-4.) No es una marca visible.-
En la disputa del gran conflicto se forman dos bandos: los que "adoran a la bestia y a su
imagen", y reciben su marca; y los que reciben "el sello del Dios vivo", que tienen "el nombre
. . . de su Padre escrito en la frente". Esta no es una marca visible (ST 1- 11- 1899).
(Cap. 18: 18; 2 Tes. 2: 7-12.)
Protección contra el misterio de iniquidad.-
El mensaje del tercer ángel aumenta en importancia a medida que nos acercamos a la
terminación de la historia de esta tierra.
Dios me ha presentado los peligros que están amenazando a los que han recibido la sagrada
tarea de proclamar el mensaje del tercer ángel. Ellos deben recordar que este mensaje tiene
el mayor significado para todo el mundo. Necesitan escudriñar diligentemente las Escrituras
para que aprendan a estar en guardia contra el misterio de iniquidad, que desempeñará una
parte tan destacada en la escenas finales de la historia de esta tierra.
Los poderes del mundo harán cada vez más ostentaciones superficiales. Dios presentó a
Juan bajo diferentes símbolos el carácter impío y la influencia seductora de aquellos que se
han distinguido como perseguidores del pueblo del Señor. El capítulo dieciocho del
Apocalipsis habla de la Babilonia simbólica, que ha caído de su elevada condición para
convertirse en un poder perseguidor. Los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la
fe de Jesús son el objeto de la ira de este poder [se cita Apoc. 18: 1-8] (MS 135, 1902).
El tiempo de prueba aclara el tema en disputa.-
La obra del Espíritu Santo es convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio. El
mundo sólo puede ser amonestado cuando vea que aquellos que creen la verdad son
santificados por la verdad, cuando vea que practican principios santos y elevados, que