Página 52 - Comentario bíblico adventista del séptimo día tomo Apocalips

Versión de HTML Básico

para responder al llamado, diciendo: "Heme aquí, Señor, listo para la acción".
El mundo espera algo de vosotros. Si no resplandecéis como luces en el mundo, alguien se
levantará en el juicio y os culpará de la sangre de su alma. Se verá que tú fuiste un agente
en las manos del enemigo de Dios y del hombre para extraviar y engañar por medio de tu
falsa profesión de cristianismo. No condujiste las almas a la piedad y a la consagración.
Tuviste nombre de que vivías; pero estabas espiritualmente muerto. No tuviste la influencia
vitalizadora del Espíritu de Dios, que se da abundantemente a todos los que la piden con fe
(RH 16- 8- 1898).
Un inventario diario.-
Dios juzga a cada hombre de acuerdo con su obra. No sólo juzga, sino que resume día tras
día y hora tras hora nuestro progreso en el bien hacer (RH 16- 5- 1899).
12-15 (cap. 3: 5; 13: 8; 21: 27; 22: 19).
El libro de la vida.-
Cuando nos convertimos en hijos de Dios, nuestros nombres se escriben en el libro de la vida
del Cordero, y allí permanecen hasta el tiempo del juicio investigador. Entonces el nombre de
cada individuo será llamado y su registro será examinado por Aquel que declara: "Yo
conozco tus obras". Si en aquel día aparece que no nos hemos arrepentido plenamente de
todas nuestras malas acciones, nuestros nombres serán borrados del libro de la vida y
nuestros pecados permanecerán en contra de nosotros ( ST 6- 8- 1885).
(Exo. 32: 30-33; ver EGW com. Mat. 12: 31-32.)
Un castigo justo para los pecadores.-
Moisés manifestó su gran amor por Israel al interceder ante el Señor para que perdonara el
pecado del pueblo o borrara su nombre del libro que él había escrito. Sus intercesiones
ilustran el amor y la mediación de Cristo por la raza pecadora. Pero el Señor se negó a dejar
que Moisés sufriera por los pecados de su pueblo apóstata; le dijo que aquellos que habían
pecado contra él serían borrados de su libro que había escrito, porque los justos no deben
sufrir por la culpa de los pecadores.
El libro al cual se hace referencia aquí es el libro de los registros del cielo, en el cual está
inscrito cada nombre y están registrados fielmente los actos de todos, sus pecados y su
obediencia. Cuando los individuos cometen pecados que son demasiado atroces para que el
Señor los perdone, sus nombres son borrados del libro y quedan destinados a la destrucción
(ST 27- 5- 1880).
CAPÍTULO 21
1 (Isa. 33: 21).
No habrá un océano profundo.-
El mar divide a los amigos; es una barrera entre nosotros y aquellos a los cuales amamos.
Nuestras relaciones son interrumpidas 429 por el ancho e insondable océano. En la tierra
nueva no habrá mar ni lugar por donde "andará galera de remos". En lo pasado muchos que
han amado y servido a Dios estuvieron atados a sus asientos en las galeras, obligados a
servir a los propósitos de hombres crueles y despiadados. El Señor contempló su sufrimiento
con simpatía y compasión. Gracias a Dios, en la tierra renovada no habrá torrentes
impetuosos, ni profundos océanos, ni murmurantes olas que se mueven sin cesar (MS 33,